Por Sebastián Tobar *
Luego de mas de tres años de informes de expertos e intensas negociaciones, los países miembros de la OMS consensuaron un proyecto de Tratado Global de Pandemias, que seguramente será aprobado en la próxima Asamblea Mundial de la Salud. Argentina y Estados Unidos, se retiraron de la OMS y explícitamente del proceso de negociación, pero el resto de los Estados miembros presionarán por su ratificación para que entre en vigor a nivel global y contar con un instrumento de derecho internacional, vinculante frente a futuras pandemias.
El Tratado surge de la experiencia vivida con la Covid-19, donde muchos países sufrieron serias dificultades para acceder a productos estratégicos para la salud, como vacunas, pruebas de diagnóstico y equipamientos de protección personal, buscando mayor solidaridad y garantizando al equidad en su acceso.
Una dañina y mal intencionada campana de desinformación, afirmó incorrectamente, que el Tratado Global de Pandemias significaría una “toma de poder” por parte de la OMS destinada a imponer diversas demandas a los países y una perdida de su soberanía. Entre los pilares del nuevo tratado está: fortalecer los sistemas de salud, el financiamiento sostenible, el desarrollo de capacidades y la transferencia de tecnología, la vigilancia basada en el enfoque “Una Salud”- (One Health), y el intercambio de patógenos para el estudio de herramientas diagnósticas y la posible producción de vacunas y beneficios.
La “transferencia tecnológica” para productos relacionados con la pandemia ha sido uno de los puntos importantes de discusión. El Tratado avanza en aspectos de patentes, planteando la posibilidad de licencias compulsorias para permitir a los países que tienen capacidades de producción de sus propios medicamentos y vacunas, como es el caso de Argentina. Este licenciamiento compulsorio tuvo importantes oposiciones de los países que tienen industrias farmacéuticas que detentan las patentes y argumentando que estas cláusulas no son un incentivo para la innovación científica. En tal sentido, la transferencia tecnológica deberá ser realizada en “términos mutuamente acordados”, con los propietarios de la tecnología, pero resguardando la soberanía de los países para el licenciamiento compulsorio si lo consideran necesario.
La OMS recibirá el 20% de la producción de vacunas, terapias y diagnósticos para el patógeno causante de futuras pandemia distribuyéndolos solidariamente a los países de ingresos bajos y medios según sus necesidades.
La cooperación para fortalecer las capacidades para futuras pandemias a los países en desarrollo por medio de la transferencia de tecnología, asistencia técnica y apoyo financiero, ampliando la base de conocimiento y la soberanía científica de dichos países, es una oportunidad perdida para Argentina, ya que cuenta capacidades tanto científico tecnológicas como de producción de medicamentos y vacunas. De hecho, en la región de las Américas, la OMS había establecido a la Fundación Oswaldo Cruz de Brasil y a Sinergium Biotech de Argentina como Hub para el desarrollo de las vacunas basadas en la técnica del ARN Mensajero. Empresas nacionales podrían haberse beneficios de la transferencia tecnológica o de licencias compulsorias que el Tratado abre como ventana de oportunidad. Argentina cuenta con LA capacidad y las plantas instaladas para la producción de medicamentos, vacunas y para pruebas de diagnostico y según la CEPAL (2021), este sector es responsable del 3,3 % del PIB manufacturero y 0,5 % del PIB total del país, empleando a mas de 41.784 personas.
El Tratado Global de Pandemias será sin dudas una importante herramienta para la preparación y respuesta de futuros episodios pandémicos en particular en todo lo relativo a superar los problemas de acceso a productos estratégicos para la salud, como vacunas, equipamientos de protección personal y diagnóstico que se vivieron con la Pandemia de Covid-19. Se trata de un paso significativo para avanzar en el compromiso colectivo de mejorar la seguridad sanitaria global, así como podría constituir una importante oportunidad para la Argentina.
Nuevos eventos pandémicos probablemente tendremos por delante y solo podremos superarlos por medio del multilateralismo y la cooperación sobre principios de solidaridad y equidad.
*Sebastián Tobar es sociólogo, magíster y doctor en Salud Pública y Asesor de Cooperación para América Latina del Centro de Relaciones Internacionales en Salud CRIS/FIOCRUZ, Brasil.